sábado, 15 de septiembre de 2012

Julieta Lanteri

Julia Magdalena Angela Lanteri llegó desde Italia a nuestro país, en 1873. Los Lanteri, con “Julieta”, fueron a vivir a La Plata, en donde ingresó al Colegio Nacional a los trece, y a los dieciocho años decidió estudiar Medicina. En 1906 integró el Centro Feminista del Congreso Internacional del Libre Pensamiento que se hizo en Buenos Aires, junto a Alicia Moreau, Sara Justo y Elvira Rawson, entre otras, para reclamar por los derechos cívicos femeninos. A los treinta y seis años se casó con Alberto Renshaw, estadounidense criado en España 14 años menor que ella
Fue la sexta médica recibida en Argentina y junto con la primera egresada, la Dra. Cecilia Grierson, fundó la Asociación Universitaria Argentina. Tenía treinta cuatro años cuando le aprobaron su tesis doctoral, y recibió el grado de Doctor en Medicina y Cirugía. Julieta quiso especializarse en salud mental e intentó una adscripción como docente pero su pedido fue denegado "con la excusa de su condición de extranjera". Se presentó entonces a reclamar la ciudadanía y consiguió un fallo favorable en primera instancia, pero el procurador fiscal desestimó la sentencia al señalar que se trataba de una mujer casada y como tal requería del permiso del esposo; finalmente obtuvo la carta de ciudadanía el 15 de Julio de 1911 (la segunda otorgada en Argentina). En 1910 propició y participó en el Primer Congreso Internacional de la Mujer, junto a Belén de Sárraga, masona española y dirigente de la Federación Argentina de El Derecho Humano. En 1913, organizó el Primer Congreso del Niño y en 1918 fundó y presidió el Partido Feminista Nacional, Un año después fue candidata a diputada.
 Fue la primera mujer que sufragó en Sudamérica, ocasionándole problemas, ya que después de esto el voto femenino fue prohibido por las autoridades. En 1911 la Municipalidad de Buenos Aires convocó para que actualizaran los datos en los padrones, en vistas a las elecciones municipales de legisladores. Llamó a que lo hicieran "los ciudadanos mayores, residentes en la ciudad por lo menos desde un año antes, que tuvieran un comercio o industria o ejercieran una profesión liberal y pagasen impuestos comunales por valor de 100 pesos como mínimo". Julieta, advirtió que nada se decía sobre el sexo por lo que se inscribió el 16 de julio de 1911, un día después que le fuera dada la carta de ciudadanía, en la Parroquia San Juan Evangelista de La Boca, que era la que correspondía por su domicilio. El día de las elecciones, 26 de noviembre de ese año, votó en el atrio de aquella iglesia. Su voto fue firmado por el Dr. Adolfo Saldías, presidente de mesa, quien se alegró "por ser el firmante del documento del primer sufragio de una mujer en el país y en Sudamérica". Poco tiempo después, el Concejo Deliberante porteño sancionó una Ordenanza donde especificaba que estaba prohibido el voto de las mujeres porque el empadronamiento se basaba en el registro de empadronamiento. Al enterarse de eso, Julieta Lanteri se presentó ante registros militares de Capital Federal, solicitando ser enrolada y acudió al Ministro de Guerra y Marina.


En vísperas de los comicios nacionales de 1919 descubrió que su nombre no figuraba en los padrones y volvió a recurrir a los tribunales, pero su reclamo fue rechazado con el argumento de que debía exhibir la libreta de enrolamiento. Encontró que la Constitución nacional vedaba la posibilidad de votar a las mujeres pero no la de ser elegidas y creó su propia agrupación, el Partido Nacional Feminista, y en abril de 1919 se presentó como candidata a diputada; primera mujer candidata política. Hizo campaña en las calles, hablando también en los intervalos de las funciones del cinematógrafo, empapeló la ciudad con sus afiches: "En el Parlamento una banca me espera, llevadme a ella", fue su slogan. Consiguió 1.730 votos pero como no fue legalizada para ingresar al parlamento organizó junto con Alicia Moreau de Justo un empadronamiento provisorio femenino y encabezó en Plaza Flores el primer simulacro de votación callejera. Este mitin congregó más de 4.000 porteñas, llamando la atención de las feministas en el mundo.
A principios de 1920, el Senador Dr. Juan B. Justo la incluyó en su lista del Partido Socialista junto a Alicia Moreau de Justo. En 1924, año en que triunfó el Dr. Alfredo Palacios, Julieta lo siguió en cantidad de votos obtenidos. Los principios de su partido se incorporaron a partidos nacionales en San Juan y Mendoza. Bregó por derechos y mejoras laborales femeninas e infantiles y jamás dejó de reclamar en los cuarteles y hasta frente al ministro de Guerra de Yrigoyen que le permitieran hacer el servicio militar para poder así conseguir libreta de enrolamiento e incorporarse al padrón.
"La mujer librepensadora" es el texto de una conferencia dictada por Julieta Lanteri en la Logia 12 de Octubre (masónica). Dicha Logia integró los Talleres de la Gran Logia Filial Hispano-Argentina bajo los auspicios del Grande Oriente Español en suelo nacional. Luego, junto a los otros Talleres del GOE, constituyó la Gran Logia Nacional Argentina (1926-1932). Lamentablemente, cuando un auto dando marcha atrás en la esquina de Diagonal Norte y Suipacha la golpeó mortalmente a la edad de 59 años. Eran las 3 de la tarde del 23 de febrero de 1932, dos días más tarde fallecía la gran defensora de los derechos cívicos de la mujer argentina